02 A propósito del Día Internacional del Medio Ambiente

A propósito del Día Internacional del Medio Ambiente

Reconocer que el medio ambiente es un derecho —y no un accesorio ni una mercancía— implica transformar desde la raíz el modelo de desarrollo que hoy lo amenaza, y abrirnos a otras formas de vida: más lentas, más comunitarias, más justas.

Por Pablo Andrade

Cada 5 de junio vuelve a colocarse sobre la mesa una verdad que hemos postergado por demasiado tiempo: no hay futuro sin medio ambiente. Pero también es cierto que el futuro no puede seguir pensándose desde los términos en que lo hemos venido construyendo. Es decir: no basta con proteger al planeta si al mismo tiempo no cuestionamos la idea de desarrollo que nos ha traído hasta el borde del colapso.

Durante décadas nos dijeron que el progreso equivalía a más infraestructura, más inversión, más turismo. Que la naturaleza debía “ponerse a trabajar”, “generar riqueza”, convertirse en un recurso útil. Nos acostumbramos a ver bosques como “potencial maderable”, ríos como “oportunidades hidroeléctricas” y playas como “activos turísticos”. Y así, bajo la promesa de atraer dinero y visitantes hemos permitido que se destruyan manglares, selvas, humedales y comunidades enteras.

Basta con mirar lo que ha ocurrido en diversas zonas de nuestro país que fueron devastadas en nombre del progreso y el desarrollo turístico. Bajo nombres que suenan a paraíso y promesas de sustentabilidad, se han levantado complejos inmobiliarios que no solo destruyen el equilibrio ambiental, sino que expulsan a quienes habitaron esos territorios mucho antes de que fueran convertidos en marca. El despojo —aunque se maquille con conceptos como “ecoturismo” o “desarrollo verde”— sigue siendo despojo.

La raíz del problema no es sólo ecológica, sino civilizatoria. Porque el modelo que ha puesto a competir a la humanidad contra la naturaleza es el mismo que nos ha puesto a competir entre nosotros. Se nos ha dicho que el bienestar es una carrera individual, que uno se “salva” solo si trabaja más, consume más, acumula más. Pero frente al desastre ambiental, esta lógica se vuelve insostenible. No hay salida individual posible de una crisis planetaria. Lo que está en juego no es el éxito personal, sino la posibilidad de vivir en común.

No estamos solos. Contrario a lo que repite el discurso neoliberal —esa narrativa que insiste en que somos autosuficientes, que todo lo que tenemos lo conseguimos solos, que la felicidad se alcanza acumulando logros individuales— no somos islas. No lo hemos sido nunca. Lo que una persona consume, lo que una empresa decide, lo que un gobierno aprueba, impacta en el entorno de todas y todos. El agua que bebemos viene de cuencas compartidas. El aire que respiramos no reconoce fronteras. La temperatura que sentimos depende de decisiones que a veces se toman en otros continentes, pero cuyos efectos se sienten en cada pueblo, en cada barrio, en cada cuerpo.

Esta interdependencia no es una debilidad, como suele presentarse desde la lógica del “sálvate tú solo”. Es, por el contrario, una posibilidad radical: la de reconstruir lo común. Recuperar la idea de comunidad como espacio político, ético y ecológico. Entender que cuidar el medio ambiente no es un acto individual de virtud, sino un proceso colectivo de resistencia, de justicia, de vida compartida.

Reconocer que el medio ambiente es un derecho —y no un accesorio ni una mercancía— implica más que políticas verdes o gestos simbólicos. Implica transformar desde la raíz el modelo de desarrollo que hoy lo amenaza. Significa abrirnos a otras formas de vida: más lentas, más comunitarias, más justas. Significa también asumir que no todo se arregla con buenas intenciones: necesitamos leyes robustas, presupuestos públicos suficientes y una vigilancia social activa.

Todavía estamos a tiempo. Pero no podemos seguir actuando como si lo estuviéramos siempre.

* Pablo Andrade (@PabloAnd89) es coordinador de la Causa de Construcción de Paz en Nosotrxs.

Publicación original: https://www.animalpolitico.com/analisis/organizaciones/nosotrxs-en-los-estados/a-proposito-dia-internacional-medio-ambiente

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