Visibilizar la importancia de los trabajos de cuidados es el primer paso, la redistribución es el principal reto, y su dignificación es el compromiso que todxs tenemos que asumir.
Por Daniel Cortés
¿De qué hablamos cuando hablamos de los trabajos de cuidados? En algún punto de nuestras vidas todos hemos necesitado que cuiden de nosotrxs, es decir, hablamos de tareas físicas como alimentar, limpiar, acompañar o asistir, hasta acciones de tipo emocional, educativo o social, que garantizan el mantenimiento de la vida, el bienestar y la dignidad de las personas. Los trabajos de cuidados incluyen desde el cuidado de personas dependientes como infancias, personas mayores, enfermas o con algún tipo de discapacidad; el cuidado cotidiano como la preparación de alimentos, la higiene de los espacios, el lavado de ropa, el acompañamiento emocional y, finalmente, el cuidado de tipo profesional como lo es el trabajo doméstico remunerado, los servicios de enfermería, y la asistencia social.
Estos trabajos recaen desproporcionadamente sobre mujeres y niñas, por considerarse como una “responsabilidad natural” del género, y la situación se agrava cuando se trata de mujeres que viven en situación de pobreza o pertenecen a un grupo vulnerable o marginado. De acuerdo con cifras de Oxfam, las mujeres y las niñas realizan más de tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado en todo el mundo, lo que constituye dos terceras partes de la mano de obra que realiza este trabajo de forma remunerada.
Cifras de INEGI indican que las mujeres dedican en promedio 40 horas semanales a las labores de cuidados, lo que equivale a una jornada laboral completa, pero el problema radica en que precisamente no se reconoce como un trabajo, muchas de ellas no reciben un salario, por no decir que tampoco reconocimiento a estas labores tan fundamentales, lo que a su vez conlleva que se perpetúen múltiples injusticias. Entre ellas encontramos que las mujeres se ven obligadas a renunciar a sus posibilidades de elegir un empleo formal debido a las exigencias del trabajo doméstico o de cuidados. También encontramos una forma de desigualdad que se conoce como “pobreza de tiempo”, la cual limita el derecho de muchas mujeres al descanso, al desarrollo personal, al ocio, y a la participación plena en la sociedad.
¿Qué podemos hacer desde lo cotidiano para visibilizar la importancia de los trabajos de cuidados? Pequeñas acciones tienen un gran impacto cuando se hacen con conciencia. Es importante, en ese sentido, nombrar lo que se hace, es decir, reconocer que cocinar, cuidar, limpiar y acompañar son formas de trabajo que implican muchos esfuerzos y que por ello merecen respeto y gratitud. También es fundamental la redistribución de las tareas, puesto que no solo se trata de prestar una ayuda, sino de asumir responsabilidades compartidas de forma equitativa en el entorno del hogar, independientemente del género. Esto contribuye a la reducción de la brecha de género en los trabajos de cuidados. La redistribución equitativa no sólo implica una cuestión de género, sino que involucra también a las familias, a las comunidades y, de forma fundamental, al Estado, que es el que tiene que garantizar la implementación de políticas públicas que apoyen a las familias y a las personas cuidadoras por medio de la creación de servicios de cuidado, la ampliación de las licencias de maternidad/paternidad, y la promulgación de leyes que protejan los trabajos de cuidados no remunerados.
Usar la voz participando en campañas, compartiendo información y exigiendo políticas públicas como la que representa el Sistema Nacional de Cuidados también pueden ser acciones concretas que podemos llevar a cabo desde la cotidianidad para la dignificación de los trabajos de cuidados. El conocimiento y difusión de los derechos laborales, la creación de redes de apoyo, y el fomento de los liderazgos comunitarios también pueden contribuir a transformar la forma en que valoramos el tiempo, el trabajo y la dignidad de las personas, y principalmente de las mujeres y niñas cuidadoras.
Visibilizar la importancia de los trabajos de cuidados es el primer paso, la redistribución es el principal reto, y su dignificación es el compromiso que todxs tenemos que asumir.
*Daniel Cortés es coordinador de la Causa de Derechos de las Personas Jornaleras Agrícolas Migrantes (@danielcormar89).
Publicación original: https://www.animalpolitico.com/analisis/organizaciones/nuestras-voces/trabajo-cuidados-visibilizar-acciones-importancia