merlin_140825319_437fef12-d77e-4f02-a620-87ccdc06cc70-master1050

AMLO ya tiene oposición

Luis F. Fernández, Director Ejecutivo de Nosotrxs

Publicado originalmente en El Sol de México

El gobierno siempre tendrá oposición. Es una máxima. Entender qué tipo de oposición y cómo se articula es indispensable para crear contrapesos de poder, más allá de las instituciones. La oposición se articula y unifica a partir de cada decisión de las autoridades. Esta oposición social se nutre con cada tema polémico de la agenda pública, con cada apuesta por un reequilibrio de poder y con cada exigencia colectiva que no encuentra cabida o salida por medio de políticas públicas.

La oposición no es un grupo contrario a cualquier decisión a secas. Tiene un fundamento claro en no aceptar que se impongan decisiones que vulneren nuestros derechos. El Coordinador Nacional de Nosotrxs, Mauricio Merino, lo expresó en la Asamblea Anual de este año: como oposición no aceptamos que la corrupción siga siendo el combustible del sistema; no aceptamos que el Estado sirva para eternizar los privilegios y las castas; no aceptamos que la democracia siga interpretándose como democracia de turnos, de quítate tú para que me ponga yo; no aceptamos que nadie, absolutamente nadie, se arrogue facultades para pisotear a los demás, en nombre de sus ambiciones, del poder o del dinero.

La idea de la oposición en torno a las decisiones y acciones que vulneran nuestros derechos es muy potente, porque no sólo reúne a los sujetos vulnerados, organizaciones y grupos políticos, sino que también puede reunir a autoridades que se oponen a dicha vulneración, lo que abre espacios de cooperación para la resolución conjunta de problemas públicos. Esta idea de oposición nos regresa a una de las ideas que dio origen al movimiento: resolvamos, todas las personas, en una bola organizada, lo que una no puede.   

Con esta idea, Nosotrxs no ha dejado de articular colectivos de exigencia de derechos alrededor del país. Creamos uno de los programas más ambiciosos de pedagogía política y de liderazgo para conocer cómo utilizar nuestras leyes e instituciones para exigir derechos y, por medio de metodologías y herramientas, aprender cómo articular, organizar y exigir de manera más efectiva.

Al momento impulsamos más de 67 proyectos de exigencia colectiva en el país; causas que han identificado patrones de vulneración de derechos. Cada uno de estos proyectos construye una oposición social sólida con objetivos específicos para terminar, a partir de pequeñas batallas acumuladas en el país, con la desigualdad, la corrupción y con la captura -casi cotidiana- de puestos y presupuestos.

El mensaje a las próximas autoridades de cualquier nivel de gobierno es claro: en la medida en la que repliquen patrones de captura institucional de decisiones, recursos económicos, materiales o humanos, y que no garanticen los derechos establecidos en nuestro marco normativo y garantizados por nuestras instituciones, seguiremos creciendo como oposición y articulado acciones para lograr el cambio que ya exige y merece nuestra democracia. 

Concentremos toda nuestra atención como sociedad para construir esta oposición; una oposición comprometida para combatir la desigualdad y la corrupción. Las puertas de Nosotrxs están siempre abiertas para sumar, construir capacidades y utilizar todo el poder, que es y siempre ha sido nuestro.

justicia-argentina-1024x681-1024x681

En aras de la justicia

Por Mauricio Merino, coordinador nacional de Nosotrxs

Publicado originalmente en El Universal

Hace tiempo me propuse escribir un largo ensayo sobre la vigencia de las virtudes cardinales que exigían los clásicos: la templanza, el coraje, la prudencia y la justicia. Avancé en las tres primeras constatando que, en nuestros días, no existe una sola idea en torno de las humanidades que no haya sido anticipada ya por otros en un océano de debates. Quizás tiene razón Martha Elena Venier, quien suele afirmar que después de la obra de Aristóteles todo ha sido una elaboración circular sobre los mismos temas.

No he logrado completar esa tarea porque me tropecé con la justicia: el tema más tratado de todos a lo largo de la historia. Observé que hay por lo menos diez entradas diferentes para abordarla y que cada una tiene tesis que se contradicen con las otras. Aprendí, sin embargo, que según los clásicos la justicia es imposible si faltan las otras tres virtudes: no la hay, por ejemplo, si pretende construirse sobre la base del odio o el encono, porque entonces se convierte en venganza y la venganza no es justicia; que no puede conseguirse desde la cobardía o la temeridad, porque el verdadero coraje reclama tanta valentía como sensatez; y que es imposible tenerla sin admitir las consecuencias de los actos propios y sin asumir la responsabilidad de corregirlos, cuando es preciso.

Continúa leyendo en El Universal